Echado sobre el césped mirando como
las nubes comienzan a separarse para que el sol te dé de llenos en los ojos, te
enceguece y solo sientes la tibia brisa sobre tu cara mientras los ruidos
disminuyen, estás tranquilo, dentro de ti la ansiedad que te dio el olor de la
sangre se apacigua.
Dentro de la casa el cuerpo
mutilado de tu padre en la cochera con una mueca de terror en su cara sin
cuerpo, las huellas marcadas con sangre llevan a la cocina donde tu madre está muerta con un cuchillo en el cuello, el acre
olor de su sangre impregna la cocina mientras la olla de sopa lentamente bulle
y se derrama.
El televisor está
prendido y mientras los chismes salen de ella, tu hermano de cinco años yace en
el piso del baño abierto en canal desde el vientre hasta la boca con los
intestinos de fuera aun convulsionando como si los últimos momentos de vida
fueran su vida completa, tal vez su vida pasa ante sus ojos mientras la agonía
llena de dolor lo hace cagarse por última vez.
Tú hermana mayor y su
novio abrazados y semidesnudos, con las cabezas deshechas por el bate del
número doce de aluminio, sexos expuestos, manchados de la sangre del otro con la
expresión pétrea de deseo y terror, un poco de semen gotea del pene de él
lentamente.
Afuera la tarde
soleada está en su esplendor, llena de pequeños insectos invisibles llenos de
felicidad. Lentamente una mariposa amarilla se posa en tu hombro haciéndote
olvidar por completo tu terror lleno de odio, se posa ligera sobre ti, feliz de
encontrar a alguien que comparte el amor por esa tarde que parece que nunca va a
languidecer.
Poco a poco la tarde
se llena de sirenas, automóviles y gritos, la mariposa, tu amiga, huye
despavorida como presintiendo lo que va a ocurrir, con el mal humor de regreso
te levantas usando la vieja escopeta de caza de tu padre como bastón, mirando
sin ver a los policías que te gritan que bajes el arma, el recuerdo de tu
hermana teniendo sexo genera una erección en ti y levantas la escopeta
apuntando al poli más cercano, la tarde es bella y la mariposa lo sabe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario