La Araña en el librero

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miércoles, 1 de febrero de 2017

El discurso del loco a manera de presentación

Existe en todos nosotros un creador, muchas veces vive escondido en nuestro cerebro amedrentado por el miedo al qué dirán, al ridículo o a esa sensación de no tener nada que decir. Yo probablemente debería mantener los dedos calmados y asumir mi papel de gris y anodino hombre de mediana edad, pero en mis múltiples facetas ya sea como sociólogo, existencialista, misántropo no comprobado o simple borracho parlanchín he decidido mantener la mente y las ideas abiertas, no porque lo que haya de decir sea trascendental y meticulosamente cierto, sino porque el discurso es la fuente fundamental de mi deseo ya que no busco sólo traducir o describir lo que vivo sino por ser el medio para encontrar lo que busco, que en este caso es a mí.

Dentro de las ciencias sociales a las cuales pertenezco la producción intelectual es la cúspide a la cual todos queremos llegar, para eso nos preparamos, vamos diluyendo nuestra felicidad con tal de llegar a ser un productor de ideas, el problema es que debido a lo reducido del espacio y a la multitud que se dedica a esto las ciencias sociales han creado un elysium, una suerte de Olimpo en donde acceder no es nada fácil debido a que quienes ahí pernoctan en sus lauréles cada vez ponen más obstáculos los cuales no solo dificultan el acceso sino que cierran espacios porque a los ojos de quienes generan conocimiento el discurso del loco no tiene valor, carece de importancia, no puede ser un testimonio de la subjetiva verdad en la que vivimos, es decir el dicurso del loco vive en la mortalidad de su propia existencia.

Sin embargo el discurso del loco mantiene una legitimidad, oculta entre sus palabras obtiene desde su ingenuidad extraños poderes que le hacen enunciar verdades que los demás desde su infinita sabiduría no perciben. Es por eso que surge en mí la idea de este blog, en este medio que poco a poco pasa de moda puedo o podemos vertir la forma en que nosotros miramos desde el nivel del suelo la realidad, la sucia realidad que ha sido descrita por otros diferentes antes que yo, buscando un lugar donde mis ideas y tal vez las suyas, nuestras perspectivas tengan un espacio desde abajo del olimpo de la creación intelectual legítima, donde el comentario del científico social de la calle reinvente el acontecimiento del retorno.

Será pues un espacio abierto para quienes lejos de sentirse parte de una élite, articulen lo que leen, discuten, comentan, observan, critican y piensan desde sus experiencias vividas, desde su historia (real o ficticia) y necesiten este espacio de catarsis para encontrar, no el sentido de su vida, sino la identidad que poco a poco se ha ido disolviendo, para que a la postre, fuera de las redes sociales puedan encontrar un lugar donde los inadaptados, quienes por diversas razones no han podido concretar su entrada al olimpo, para quienes la busqueda de otros sueños los ha convertido en locos, con discurso de locos, pero con un puñado de verdades que los demás no miran, ajenos a realidades que tal vez si fueran de ellos se les escaparían, este espacio es para el creador que llevamos dentro, para que el mirrey, el oficinista, la ama de casa, expresen la oscuridad que esconden, para que el tipo rudo, la cabrona, el metalero, el existencialista exprese ese haz de luz que siempre ha vivido en él.

¿Qué van a encontrar en este blog? Ideas, críticas, sueños, diatribas expresados en cuentos, poemas, comentarios; sí, principalmente míos pero también dejaré abierto este espacio para quien quiera participar sin arrogancia o falsa modestia, para quienes tienen perspectivas y visiones diferentes, para quienes tienen su lugar garantizado en el infierno. Sea pues, que este sea el primero de muchos posteos, siéntanse libres de comentar, criticar, discutir, revalorar, no valorar, encontrar y perder lo que ustedes quieran; reciban pues un saludo de parte de quien escribe y nos vemos pronto.



P.D. Todo el texto contiene referencias a Michel Foucault y a su libro "El orden del discurso" ya que es quien de forma concreta (aunque por momentos poco clara Sic.) y desde el olimpo de las ciencias sociales mejor ha explicado el discurso del loco.   

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